No es habitual para una mujer de nuestro tiempo pensar en sí misma.
Entre un trabajo que, por la crisis que actualmente nos ahoga, es habitualmente obligado y no satisfactorio para sus aptitudes reales, una familia que a menudo ella sostiene como pilar fundamental cuidando de los más mayores y de los más pequeños, y una necesidad de relacionarse que muchas veces se mediatiza por grupos sociales muy exigentes, realmente no es nada fácil que una mujer sea ella misma hoy en día.
Si añadimos aspectos físicos como la existencia de unos genitales defectuosos, ya sean adquiridos o genéticos, como unos labios vaginales desmesurados, una vagina amplia con problemas provocados por partos mal atendidos (cicatrices anómalas y dolorosas, caída de órganos como la vejiga urinaria o recto, incontinencias de orina, etc.) se entiende perfectamente que muchas mujeres que sufren este tipo de problemas sufran un calvario en su intimidad.
Psicológicamente es muy difícil hacer frente a tal cúmulo de situaciones negativas. Cuantas veces mujeres jóvenes deseosas de relacionarse con grupos de su misma edad se inhiben ante la posibilidad de tener que descubrir los defectos que las angustian. Las situaciones posibles son innumerables: compartir vestuarios de clubs, mantener relaciones sexuales, desinhibirse en playas, piscinas etc., realizar algunos tipos de ejercicio físico como bicicleta, equitación, etc.
¿Qué ocurre cuando una mujer en los pocos ratos libres que se dedica a ella misma debe renunciar a ellos por causas que tienen arreglo? Es fácil que trastornos de índole estética y físicos sean germen de cuadros depresivos que impiden el normal desarrollo de la personalidad de una mujer.
Por todo ello soy un gran defensor de este tipo de cirugía. Simplemente, la encuentro imprescindible para evitar males mayores y devolver un status de normalidad a todas estas mujeres que sufren en silencio y que nunca han sido entendidas cuando el temor y la tristeza se han apoderado de ellas por estas causas.
Animo a todas aquellas mujeres que se encuentren en este tipo de circunstancias, a que participen sin complejos de nuestro mundo moderno y cambiante normalizando su físico con la cirugía que permite reparar estos problemas, la cirugía vaginal estética, que incluye la labioplastia, la vaginoplastia, la himenoplastia y otras intervenciones específicas de los genitales femeninos.
Seguro que su carácter y determinación experimentará un cambio positivo que les permitirá disfrutar de ellas mismas en aquellos momentos que anteriormente evitaban por temor e incomodidad.
Dr. Miguel Barroeta